Es en vano discutir con gente a la que le falta un premolar.

La ingenuidad desconoce las reglas, la perversión elige no seguirlas. Ambas están exentas de ellas.
La principal diferencia entre una mentira buena y una mala, es que en la primera el error es de quien la cree, mientras que en la segunda el error es de quien la dice.
La venganza es una obligación moral.